viernes, 15 de julio de 2011

Dog Fashion Disco - Adultery (2ª Parte)

Nota: Esta review es una continuación. Para enterarte mejor, te convendría leer -obviamente- la primera parte (es la entrada anterior, no tiene pérdida)


¡Hola a todos! Lo prometido es deuda y, tras un "descanso" de mes y medio (lo sé, la continuidad de este blog es desastrosa), vuelvo a la carga, esta vez con la segunda parte de la review del excelente disco de Dog Fashion Disco.


Como habíamos visto, estamos ante un disco sorprendente, variado, extremadamente original. Tras la muy buena Moonlight City Drive, la tracklist prosigue con Private Eye, un track suave y sensual, con toques jazz en su sonido y un final sorprendente. El disco prosigue con The Darkest Days, un track bastante equilibrado, de planteamiento tradicional y sencillo, pero al mismo tiempo resulta ligeramente oscuro. Dead Virgins Don´t Sing es la siguiente. Una canción tremendamente inquietante, oscura y opresiva, dividida en dos grandes partes. En la primera se imita toda la parafernalia propia de los rituales de las sectas, gracias a unos cánticos solemnes y monótonos, unos tambores machacones y el detalle de una pareja de violines que incrementan la oscura atmósfera. La segunda parte hace referencia los grandes dictadores, al poner, bajo el constante golpeteo de los timbales, lo que parece un discurso que, de no ser porque está en inglés, atribuiría al mismísimo Adolf Hitler. El nexo de unión entre ambas partes es la locura. Una pieza realmente buena, aunque algo extraña y chocante cuando la escuchas por primera vez.
Continuamos la andanza con The Hitchhiker, completamente rompedora e inquietante. Partes estróficas calmadas, combinadas con riffs frenéticos, un break donde ponen bossanova (!), estribillos pegadizos y un corte donde un personaje dice: "Encantado de presentarme, soy el hombre que andabas buscando. En las noticias de portada te llaman homicida sanguinario". Completamente impredecible. 
100 Suicides, es rápida, bien compuesta, que intercala unas sólidas partes de guitarra con un roto de trompetas y que, junto a su pegadizo estribillo, la convierten en una canción muy agradable de escuchar, bien compuesta, y que resume bastante bien el espíritu del álbum. Adultery, la titletrack del disco, es una canción con un tempo más reducido, que nos describe el cúmulo de sensaciones de nuestro protagonista, ya convertido en psicópata, y la sensación de que ahora que ha empezado no puede (ni quiere) parar. Una de las canciones más largas del disco.
Y, finalmente, nuestro recorrido termina con Mature Audiences Only. Una canción en la cual nuestro psicópata (presuntamente en un interrogatorio policial, según creo entender) realiza una confesión de sus crímenes. Los violines y cellos que acompañan a las voces, completamente habladas, dan a la pista un aire ligeramente triste, al mismo tiempo que morboso y duro. Al final nos damos cuenta que nuestro psicópata, al cual hemos seguido en su particular descenso al infierno, no es más que un maníaco sexual con tendencias violentas y doble personalidad. Pese a su sencillez, un cierre maestro para el disco.
Conclusiones: "Adultery" es un disco variado, original y muy bien planteado.  
Su planteamiento conceptual, la historia de un hombre que se vuelve psicópata y comienza a matar prostitutas, si bien no es ningún derroche de originalidad, queda muy bien plasmado en sus canciones, bastante variado. Destaco el registro vocal, así como la variedad de sus instrumentos (la inclusión de instrumentos de viento-metal es un detalle excelente, que hace grandes cosas en pos de lograr la atmósfera adecuada) No obstante, cabe mencionar que estamos ante un disco de avant-garde, con lo cual las personas más afines a estilos de música más convencionales quizá se puedan sentir decepcionados. Para todos aquellos que quieran probar con música original y diferente, mi más sincera recomendación.

sábado, 28 de mayo de 2011

Dog Fashion Disco - Adultery (1ª Parte)

¡Hola a todos! Aunque no lo parezca, sigo vivo, y entero, pese a estos más de dos meses de inactividad. Excusa: Temporada de exámenes, y lo más gordo está por llegar, el examen PAU de acceso a la universidad, algo así como el "premio" final de pasarte 12 años de tu vida estudiando.
¿Y cómo es que vuelvo? Bueno, en principio para deciros "¡eh, estoy aquí!" y en segundo lugar para hacer otra review de un disco que llegó a mis manos el otro día, gracias a unos compañeros de la blogosfera.
Se trata de una pequeña rareza. Reconozco que nunca antes había echado un ojo a esto del avant-garde, pero lo cierto es que me ha sorprendido. Tanto, que no me he podido resistir a la tentación de destriparos en directo éste que ha llegado a mis manos. Ellos se llaman Dog Fashion Disco, se formaron en el 96 para separarse en el 2007, y su disco es "Adultery", una historia de paranoia y locura con un marcado toque a bajos fondos y ciudad del vicio.


Nombre del disco: Adultery
Artista: Dog Fashion Disco
Género: Avant-Garde metal
Autopsia: Como he dicho antes, ésta es mi primera experiencia con el género del avant-garde. Y lo cierto es que ha sido, cuanto menos, sorprendente. Adultery es un disco que derrocha originalidad por todos los lados, no sabes por dónde te va a salir, es completamente impredecible, variado, tan distinto y rico que cuesta clasificarlo en un género concreto. Se trata de un disco conceptual, que narra el progresivo descenso al abismo de las drogas y el "género negro" por parte de un hombre. Lo cierto es que el aire de locura está perfectamente conseguido, especialmente en algunas canciones.
Comenzamos con The Uninvited Guest, que actúa a modo de intro. Como buena intro, es corta, y no muy complicada: una sencilla melodía a piano, unos coros y la susurrante voz de Todd Smith invitándonos a sumergirnos en la locura. Como dije, sencilla, pero efectiva.
Continuamos con The Sacrifice of Miss Rose Covington. Quizá una de las canciones que podemos decir más dentro del "canon" de esto del metal, aunque se destacan ya algunos cambios. Sin ser una canción mala, lo cierto es que lo "tradicional" de su planteamiento la hace perder puntos. Gran trabajo de las voces, como veremos a lo largo de las canciones. La (larga) tracklist prosigue con Silent Film. Si la anterior canción tenía un planteamiento tradicional, ésta es completamente loca. Comienza con una parte que a mi me da como aires moriscos en la música, pero lo bueno viene con la segunda parte de la canción. Un crescendo progresivo, que comienza suave y calmado, pero que acaba en una locura incoherente, con un ritmo muy marcado, pero completamente loca, con solo de saxofón incluido. Seguimos con Sweet Insanity, una canción que alterna partes estróficas realmente opresivas con unos estribillos que sugieren todo lo contrario. Pero el aspecto general de la canción es dulce ("sweet") y con un no-sé-qué que le da un aire hasta épico. A lo mejor soy yo, que me emociono mucho, no sé.   


La siguiente es Desert Grave. Con permiso de las otras canciones, mi favorita. Desert Grave aparece para romperte cualquier idea preconcebida que tuvieras sobre el disco con un sonido tipo "far west" de frontera mexicana completamente sorprendente. Es lo último que te esperas encontrar en un disco como éste, y por eso es maravillosa. 
Moonlight City Drive es la siguiente. Con un aire muy macarrilla en su sonido, nos retrata la oscura cara de una ciudad cualquiera por la noche. Tiene un ritmo trepidante, con toques rockabilly junto a otros mucho más propios de un disco de metal.


Como pasó en la entrada anterior, esto me va a quedar muy largo, así que parto la entrada en dos partes. En cuanto tenga algo de tiempo, escribo la segunda parte de la crítica.

viernes, 4 de marzo de 2011

Toxic Holocaust - An Overdose of Death (2º Parte)

Nota: Esta review es una continuación. Para enterarte mejor, te convendría leer -obviamente- la primera parte (es la entrada anterior, no tiene pérdida)

Continuamos con la crítica musical de este álbum de la banda estadounidense Toxic Holocaust.


Como decíamos antes, estábamos ante un álbum potente, brutal, pero que pecaba de monotonía. Por fortuna, March from Hell aparece para contradecirnos. Una canción sólidamente construida, no muy original, pero que tampoco lo necesita. Nos llama la atención su inicio, suave, en suspense, para luego abatirse sobre nosotros con un riff poderoso y brutal. Los solos vuelven a brillar por su ausencia, pero ésta es una canción que tampoco los necesita para sustentarse, pues aquí la preferencia por el riff está acertadamente escogida, y no resulta monótono. Gravelord es rápida y contundente, con tres partes bien diferenciadas. El resultado queda un poco descompensado, pero mejor eso que los riffs monótonos de canciones anteriores.
War is Hell llama la atención con su entrada, muy típica del género, y desde ese momento no te da un segundo de respiro. Bueno, sí, cuando Joel grita con todas sus fuerzas "War is fucking hell!" unas cuantas veces y te dan ganas de corearlo. Cabe destacar, ya que no me he referido a ello antes, que la temática, aunque bastante infantil y facilona (guerra, holocausto nuclear, genocidios... etc.) no resulta molesta: Este no es un disco que quiera plantear problemas morales, sólo dar toda la caña que pueda. 
The Lord of the Wasteland  es, sin duda alguna duda, la mejor canción del disco. Por una sencilla razón: Es completamente distinta a las demás (en su esquema, se entiende), sin resultar por ello menos cañera. Lo que es más, resulta hasta pegadiza, y acabarás coreando el estribillo casi sin enterarte. Feedback, Blood and Distortion sigue también este intento de alejarse en el esquema de las canciones anteriores, aunque el resultado no queda tan bien como con The Lord of the Wasteland, quedando algo más parecido a March from Hell: Una canción bien construida, que no resulta machacona, y que tampoco pretende reinventar el género. Death from Above busca, por el contrario, la mayor simpleza posibl, no rultando cansina, sorprendente, y mostrando el camino que debieron seguir canciones como Future Shock, In the Name of Science o Nuke the Cross. Destacar que aquí hace aparición el primer solo (!) del disco. No es que sea tampoco la gran cosa, pero es una muestra más de lo dicho anteriormente.
City of a Million Graves cierra el disco y llama enseguida la atención por el inicio, un solo de batería a doble bombo. Es la canción más larga del disco (casi 5 minutos), pero resulta un poco irregular: Frente a unas partes instrumentales muy buenas, las estróficas rompen a el ritmo y monotonizan el resultado. No obstante, el resultado es bueno, y agradable de escuchar.
Conclusiones: An Overdose of Death es un disco sencillo y brutal. Joel Grind no se complica la vida, toma algunos riffs más repetidos que un cromo en el mundo del thrash, le añade voces blackies y repite la fórmula de una manera casi clónica trece veces, con resultados bastante dispares. No es un disco original, más bien predecible, pero en el cual no se ve tampoco un deseo de resultar grandilocuente, y realmente podría haberle quedado mucho mejor si hubiera puesto únicamente Wild Dogs y las siete últimas canciones, siendo las demás relleno puro, lo que ennegrece las otras, bastante pasables. A poco que te guste el género te gustará el disco, puesto que la carencia de originalidad queda compensada con una dosis extra de agresividad, que puede llegar a hacer que no te des siquiera cuenta de esas carencias creativas. Si lo que buscas es un soplo de viento fresco al género, o el thrash no es tu género favorito, es muy probable que no te guste. Para los demás, ideal para esos momentos en los que no nos apetece pensar, sólo hacer headbanging hasta rompernos el cuello.



Toxic Holocaust - An Overdose of Death (1º Parte)

¡Hola a todos! La temporada de exámenes está tocando a su fin, es ya fin de semana y, encima, éste queda entroncado con el Carnaval. Nada más y nada menos que cuatro días "libres". Pongo comillas por una razón, y es que los exámenes están tocando a su fin, pero todavía no han acabado, con lo cual ya os imagináis que tocará hacer este puente. Premio para los que contestaron que estudiar.
Hoy quisiera recuperar la sección de crítica musical, en este caso con el último disco de una banda de Oregón que forma parte de esta nueva ola de thrash que está empezando a surgir, estamos ante una banda reciente (formada en el 99) capitaneada por Joel Grind (que durante un cierto tiempo fue su único miembro) y con fuertes herencias del hardcore punk en su sonido: Toxic Holocaust


Nombre del disco: An Overdose of Death
Artista: Toxic Holocaust
Género: Thrash metal (con toques punk y black)
Autopsia: Cada vez que oigo este disco, lo comparo mucho con una especie de bote de colonia de esos que son tan grandes y que tienen un aroma tan fuerte. Nada más darle al play, An Overdose of Death te machaca los oídos con una sucesión de riffs rapidísimos, una batería demoledora, y la voz de Joel Grind que es como una copia barata de un cantante de black metal, pero que le sienta de maravilla al disco. Pero, continuando con el símil de la colonia, toda esa artillería en ejecución no es más que una cortina de humo que te bloquea y te invade, y te impide ver el principal problema de este disco: Su falta de originalidad y su monotonía.
Vayamos por partes. El disco comienza con la canción Wild Dogs, probablemente una de las mejores. Abre de una manera rápida y agresiva, continúa con una interrupción, dos rápidos solos, algunos cortes más y un crescendo final que alcanza su punto final cuando Joel comienza a gritar (rugir sería más preciso) un rabioso "We are the Wild Dogs!" Es una excelente entrada, que hace que el thrasher enseguida preste atención mientras cabecea al ritmo de esa endiablada batería. 
A partir de aquí es cuando la cosa comienza a deacaer. Nuke the Cross llama la atención según empieza, con esos solemnes golpes al bombo, pero luego comienza a repetirse el esquema: Riffs machacones, una batería rápidisima y una interrupción instrumental un poco más "calmada". Olvidaos de los solos, aquí lo que importan son los riffs (lo cual no tiene por qué ser mal, pero contribuye a acentuar esa sensación de monotonía del disco)
Endless Armageddon repite el mismo esquema, aunque con un resultado mucho más afortunado. No es que sea un prodigio de canción, pero consigue camuflar muy bien el hecho de que su esquema sea más simple que el mecanismo de un chupete. Vuelven a echarse en falta algunos solos que contribuyan a animar las partes instrumentales. Otro tanto no puede decirse de Future Shock, predecible como pocas, y que no cambia de esquema musical (y casi de letra me atrevería a decir) hasta el último cuarto de la canción, y no durante mucho tiempo.
La siguiente en la lista es War Game. No es que las canciones de "An Overdose of Death" puedan presumir de ser largas, pero War Game alcanza lo ridículo. En serio, chicos, no me puedo tomar en serio una canción que a duras penas llega al minuto de duración (técnicamente, sólo dura 59 segundos). Casi alcanza más parecido con los interludios que algunas bandas powies ponen como nexo entre sus canciones. No quiero decir que sea una porquería, ojo, de hecho sigue un poco del estilo de Endless Armageddon, bastante pasable, pero su ridícula duración trunca cualquier virtud que pudiera tener. 
Al llegar a In The Name of Science, el oyente ya se dice a sí mismo "Oye, ¿esto no lo he escuchado ya antes?" y mira la playlist para ver si es verdad. Ésto se debe no sólo a que esta canción guarda cierta semejanza con Future Shock, sino que además se debe a que es otra canción que vuelve a pecar de monotonía, repitiendo un mismo riff varias veces seguidas. Durante las partes cantadas, esto es normal en cualquier canción de cualquier artista; que lo hagan también en las partes instrumentales ya no lo es.
Continuaremos luego con la segunda parte de esta review, que analizará las siguientes siete canciones del álbum (me voy a poner a escribirla ahora mismo)

sábado, 26 de febrero de 2011

Se suprime la moderación

Bueno, no creo que haya mucho más que decir, ¿no? He optado, al igual que otro compañero de la blogosfera, a suprimir la moderación de comentarios, básicamente por las mismas razones: Agiliza el tráfico de comentarios (que no es mucho, todo sea dicho) y todo lo demás. Lo de ultraderechista y neo-con, no, al menos todavía.

Lo dicho, nos vemos luego.

sábado, 19 de febrero de 2011

Terroristas caseros

La debacle, el atentado
Veiticuatro ráfagas de ensaladilla
Recinto acordonado
Policías y curiosos que miran

Con el eco de sirenas, se suceden las preguntas
(Quién, cuándo, cómo y por qué)
Un halijo encontrado
Puchero de garbanzos, metralla y pollo deshuesado
Un sabroso cocido con sabor a muerte
Hecho para fregar (y esconder) después de usado

domingo, 13 de febrero de 2011

La ciudad sin Intención

Camino por las calles de la Ciudad sin Intención
Una ciudad que no quiere ser
Ni estar
Ni siquiera tener (habitantes)
Llamo a los timbres sabiendo que no me van a contestar
Escarbo en la basura, en busca de,
yo que sé, comida o ropa
o quizá algún alma o sueño,
tirada al cubo por descuido,
junto a las botellas de alcohol para ahogar las penas.
Floto sobre un mar de pensamientos negros
Soy como un duende, un ente,
que existe sin saber que existe y busca sin saber qué quiere   [encontrar.
Camino por las calles de la Ciudad sin Intención
Una ciudad que no quiere ser
Ni estar
Ni siquiera tener (habitantes)

sábado, 22 de enero de 2011

Dios odia a Ozzy Osbourne

Hola a todos, queridos lectores, esta vez os traigo la muestra definitiva de que la realidad supera a la ficción.
Ahora resulta que Dios odia a Ozzy Osbourne.
¿Y quién, os preguntaréis, es la sabia persona que ha logrado obtener tan reveladoras declaraciones? Pues ni más ni menos que un grupúsculo, una pequeña iglesia bautista de Kansas han sido los que han lanzado tan contundente sentencia. Debe ser que eso de vivir en lo profundo de los EEUU te acerca más a Dios, no sé...
En fin, estos individuos proclaman que "Dios odia a Ozzy Osbourne por promover toda la suciedad y rebeldía que puede". Y tras llegar a tan preclara conclusión, estos valerosos paladines de la Cruzada han enarbolado sus pancartas y, en nombre de la disciplina y el orden establecido, están manifestándose en estos mismos instantes en el Sprint Center (donde Ozzy está dando un concierto).
Sin embargo, ésta no es, ni de lejos, su mayor "logro". Estos individuos, con toda la cara dura del mundo, declaran que las muertes de soldados en Afganistán e Irak son producto de un castigo divino por, agarraos a lo primero que encontréis, "la tolerancia de EEUU hacia los homsexuales y el aborto".
Y la cosa no acaba ahí amigos míos. Todavía llegan al extremo de presentarse a los funerales de los soldados caídos con pancartas con frases tan amistosas como: "Dios te odia", "Vas al infierno", o la más terrible de todas: "Gracias a Dios por los soldados muertos". No es por ser salvaje, pero el mero hecho de que organizaciones como ésta sigan en pie es una buena muestra de que la accesibilidad de los ciudadanos estaounidenses a las armas de fuego está correctamente restringida.
¿Y que ha hecho nuestro siempre polémico Ozzy para granjearse el amor de estos sujetos? (porque, como habéis podido suponer, queridos lectores, lo de la rebeldía y la suciedad no es más que una excusa) Pues, entre otras cosas, el cantante ha manifestado "que le desagrada que se usen sus canciones para promover los mensajes de odio y el mal por una "Iglesia"". Esto viene a propósito de que las dos hijas del fundador se pusieron a cantar "Crazy Train" en una conferencia en la audiencia de la Corte Suprema de prensa en Washington DC (luciendo, por cierto, pancartas con mensajes cariñosos del tipo: "Los maricones son bestias", traducido literalente, no es que el autor de esta entrada guarde algún tipo de animadversión hacia los homosexuales). Y por eso, Ozzy ha acabado en la lista negra de Dios. Porque, por si no lo sabíais, este grupúsculo de individuos tiene línea directa con el Cielo, y gracias a ello, con una sencilla llamada se enteran de todo lo que opinan allá arriba. En fin, las reflexiones sobre el fanatismo religioso me las ahorro, que el post está ya un tanto extendido. Solo te digo una cosa, Ozzy. Vigila tu espalda. Ellos te tienen enfilado, y no se van a andar con chiquitas para quitarte de enmedio.

jueves, 13 de enero de 2011

¿Drowning Pool incita a la violencia?

Hola a todos. Todos (más o menos) conocemos a día de hoy los trágicos sucesos acaecidos en Tucson, Arizona, en los cuales, un loco acabó con la vida de seis personas e hirió a otras catorce.
Al igual que sucedió,  por ejemplo, con la matanza de Columbia, este suceso ha suscitado una larga serie de polémicos debates, como el archiconocido acerca de la posesión o no de armas en EEUU. Pero lo que hoy me ocupa no es este rancio y cansino debate, sino con un artículo que leí ayer en The Metal Circus, acerca de una banda que anda en este mundillo del nu metal, Drowning Pool.
Resumiéndoos el artículo, ahora resulta que la matanza había sido "incitada" por este grupo del que os hablo.
Me explico: El asesino había marcado como favorito un vídeo del Youtube en el cual aparecía un sujeto enmascarado quemando una bandera estaonidense, mientras sonaba una canción de este grupo ("Bodies", para más señas). Y eso, según algunos, es más que suficiente para decir que el grupo influenció a esta persona para cometer su crimen.
Este tipo de caza de brujas en versión cutre ya las hemos visto en muchas otras ocasiones, como aquella vez que se acusó a Judas Priest de poner letras subliminales en su canción "Better than you, better than me" incitando al suicidio o, saliendo del mundo del metal, cuando se acusó al juego Final Fantasy X de influenciar al famoso "asesino de la katana" (acusación tan patética que hasta el propio juez salió en defensa del juego) Ahora resulta que, si cometes un crimen y escuchas unos determinados grupos o estilos, esos grupos te han incitado a la violencia. No voy a negar que ciertos artistas y/o estilos puedan incitar a la violencia en sus letras, pero este no es el caso. No estoy muy metido en el mundo del nu metal, pero, intrigado, busqué la letra de la canción (La podéis ver aquí) y, qué queréis que os diga, a mi me parece que hay que ser un poco retorcido de mente para interpretar estas canciones más allá de lo que son, esto es, una especie de "homenaje" al mosh pit. Lo que es más, esto me lleva a reflexionar una cosa: si un grupo como este "incita" a la violencia", ¿a qué incitan grupos de temática mucho más radical y violenta como Cannibal Corpse o Dying Fetus? ¿Al genocidio? (Nota: nótese la ironía de esta pregunta retórica, no es que tenga ningún tipo de animadversión hacia estos grupos)
Pero claro, es mucho más cómodo culpar a cosas como estilos musicales o videojuegos de crímenes como estos, que bajar un poco la mirada y fijarse en que falla en el sistema. Porque la parte del vídeo que influyó a la persona (si es que de verdad fue influida) para su crimen, fue el acto de quemar la bandera, no que sonase la canción "Bodies" de fondo. Así es y siempre ha sido, todo lo raro, desconocido y ajeno a nuestro mundo es siempre lo que primero señalamos a la hora de culpar a alguien de las desgracias de nuestra sociedad.

domingo, 2 de enero de 2011

Best Fails of 2010

Ya se hizo con respecto al 2009 (aunque un poco tarde, eso sí) y, con la entrada del nuevo año (que aprovecho para deseároslo feliz y útil a todos vosotros) de nuevo os mando un link (sí lo sé, es un poco cutre... pero bueno, cuento con vuestra comprensión) con la correspondiente recopilación de los mejores fails de este año que acaba de pasar.


Si queréis mi opinión, este vídeo es menos "cinématico" que el anterior. (el sonido de fondo es siempre el o ni eso, lo que resta algo de "motivación")  Además, algunos de los que aparecen son bastante "corrientes". 
Lo mejor, comprobadlo vosotros mismos. Ni que decir tiene que la recopilación no esta hecha por mí, por lo cual aquí van los agradecimientos al usuario de turno que hizo la recopilación.